Many nights a whisper es sencillamente increíble

"Sueño, luego existo"


Seguro que tu también lo has sentido alguna vez, ese sentimiento de angustia y ansiedad, de pesadez y nerviosismo, esa presión por cumplir unas expectativas puestas sobre ti. Un examen importante, tu primera vez sobre un escenario, un proyecto importante para el trabajo, una primera cita o que ese proyecto personal en el que tantas horas has dedicado por fin va a ser visto por el mundo. Quieres hacerlo bien porque es importante para ti, o quizás solo lo sea para esa gente que te importa y a los que no quieres defraudar, quizás hayas sentido tus sueños, tus anhelos o incluso tu propia vida pender de un hilo que depende del éxito o fracaso que consigas de ese "algo" y sin embargo, aqui sigues.

Many nights a whisper habla precisamente sobre todos esos temas, la presión, los sueños y las expectativas, de una manera poética e introspectiva. Aquí encarnamos a la soñadora, una joven elegida diez años atrás como la responsable de llevar a cabo un importante ritual. Durante toda una década nos hemos entrenado con el objetivo de tener éxito en nuestra misión, pues debemos, con un único disparo, encender un inmenso cáliz a decenas de metros de la cosa. Si acertamos, los sueños de toda la gente cuyo anhelo hemos aceptado se harán realidad, si fracasamos, esos sueños no se cumplirán nunca.

Tomaremos el control de esta soñadora en el transcurso de los últimos días con sus noches antes del ritual. Durante el día, acompañadas por nuestro mentor, entrenaremos nuestra habilidad con el arco/honda, acostumbrándonos a su potencia, familiarizándonos con su caída y memorizando la trayectoria que describen los proyectiles al lanzarlos. Las noches están reservadas para el confesionario, donde escucharemos esos deseos de la gente y habremos de juzgar si estos son dignos o no de cumplirse, haciendo un ejercicio de reflexión e introspección frente a cada uno de ellos.

Antes de acudir por primera vez a ese confesionario, la soñadora le pregunta a su mentor cual es la ética del deseo y ese cuadro de texto huele aun al humo que debía salir del teclado de los desarrolladores al escribir esa frase. ¿Cuál es la ética del deseo?¿Acaso el deseo puede considerarse desde la perspectiva de la ética? Todos hemos deseado algo horrible en algún momento, seguramente la muerte de alguien, pero realmente querríamos que ese deseo se cumpliese?¿Puede un deseo ser algo que realmente no deseamos?

Con estas preguntas en mente, las plegarias se van sucediendo y cada una plantea un dilema ético. Algunos vendrán a pedir cosas que difícilmente pueden tener un lado negativo, otros tendrán deseos egoístas, habrá quien quiera cambiar las cosas para una tercera persona y también vendrán niños a pedir deseos propios de un niño. Si consideramos el deseo como apto, cortaremos la trenza de esa persona, si no, dejaremos que se marchen con la cabellera intacta. Al no tener ninguna guía mas allá de nuestra conciencia todo se limita a responder con un si o un no, pero las líneas y márgenes que decidas establecer para aceptar o denegar esos deseos quedan exclusivamente en manos del jugador. Es importante recordar aqui que no estas "concediendo" el deseo, lo estas aceptando y solo será valido si consigues acertar el disparo de la ceremonia y que si lo fallas ese deseo no se cumplirá jamás.

Frente a cada una de las trenzas, me encontré a mi mismo no reflexionando si debía concederlo, sino por que no debería concedérselo. Este análisis tenia dos focos separados, por un lado el como podría afectar el deseo al mundo, al resto de personas de la comunidad o a la propia realidad, intentando mantener la realidad relativamente estable. El otro foco juzgaba la moralidad de esos deseos, sobre si eran mas o menos egoísta, si interferían en la vida de terceros de manera negativa, si quien me los pedía era demasiado joven o demasiado anciano. Aun así, me sorprende verme en perspectiva buscando no una razón para conceder esos deseos, sino razones para denegárselo.

Pero por mucho que quisiera mantener esa especie de fachada ética, de intentar discernir el bien y el mal en los anhelos de la gente, no pude evitar filtrarme por mis propias grietas. La decisión de cumplir o no algunos de los deseos que vienen a pedir no respondían a esos criterios que yo mismo me había impuesto a seguir, seguían mis propios deseos. Podemos cortarles el pelo nada mas lancen la trenza por el hueco, antes de escuchar siquiera cual es su deseo y tenemos de margen para decidir hasta que terminen de recitar un poema a modo de plegaria de despedida y aunque intenté apurar al máximo casi todos los diálogos para tener todas las piezas posibles con las que juzgar, hubo uno que corté tan rápido formuló su deseo, sin escuchar nada mas y la razón de ello es que ese es mi deseo, una de las cosas que el capitan totmoo sueña con mas intensidad desde su camarote y los que me conozcan en persona y lo jueguen, sabrán cual es. No me pare a escuchar por que deseaba eso ni que haría una vez lo consiguiera, simplemente lo concedí como si ello pudiera concedérmelo a mi también.

Soñar forma parte de nuestra naturaleza como humanos. Siempre aspiramos a algo mas, siempre anhelamos ciertos cambios en nuestra vida, cumplir ciertas metas, obtener reconocimiento en determinadas materias. Los deseos que vienen a pedirnos a veces son un poco extraños y específicos, pero en líneas generales son cosas que fácilmente podemos entender que alguien desee, y por eso quizás encontremos a alguien que comparte también nuestro deseo. Es extraño, a la vez que interesante, juzgar el sueño propio como el de otra persona, ponernos en la piel de un tercero y decidir si nuestro propio deseo merece ser cumplido.

Me arrepiento quizás de haber concedido algún deseo o de no haber aceptado otros. Algunos de estos arrepentimientos fueron al momento, otros han sido un rato después, pero quizás llamarlos arrepentimientos tenga una connotación demasiado negativa. No tienes tiempo límite para tomar estás decisiones, el diálogo avanza según los dictados de tu ratón y puedes tomarte el tiempo que necesites para reflexionar, pero es acaso posible reflexionar en unos pocos minutos sobre el sueño de toda una vida de otra persona? Pasan las horas y sigo atascado en esas decisiones, debatiéndome una y otra vez entre el si y el no, cambiando de idea a cada poco.

Nunca llegamos a ver a la otra persona, de su persona solo conocemos su forma de expresarse a través del diálogo impreso en pantalla, pero eso no significa que no tengamos forma de juzgarlos. Su forma de hablar, lo que ellos mismos nos cuentan y como nos lo cuentan inevitablemente activa alguno de nuestros prejuicios personales y queramos o no, acaba afectando a nuestra decisión. Puede que, con tan solo unas líneas, esa persona nos caiga bien o mal y por ello nos veamos mas inclinados a aceptar o denegar ese deseo. Desear es humano, juzgar también lo es y esa relación tan particular que formas con cada uno de los que vienen a pedirte su deseo es fruto del choque de ambas pulsiones. A veces querrías concederlo pero tu propio código ético te retiene y sin embargo, la ética con la que intentas establecer el marco para juzgar el deseo muchas veces se ve sobrepasada por la compasión, el rechazo o la empatía.

A fin de cuentas, no encarnas a un dios todopoderoso, ni a un héroe justo que deba seguir los preceptos de unas tablas escritas en piedra. Eres una chavala a la que eligieron hace 10 años para llevar a cabo esta ceremonia. La soñadora es tan humana como tu y el juego te lo deja claro constantemente hablando sobre la presión y las expectativas que carga sobre sus hombros. Esta ceremonia tiene la posibilidad de hacer reales todos esos sueños que has aceptado, pero si fallas nunca se cumplirán, todos los que vienen a verte todas esas noches a susurrar sus sueños desde el otro lado del muro estarán mirándote, cruzando los dedos y rezando para que la bola de fuego entre en el cáliz y el único responsable de que esto ocurra eres tu. No hay interferencias, no hay excusas. Tienes todo el tiempo que necesitas para practicar así que si fallas es culpa tuya y eso es una losa enorme.

Con todo, a pesar de los temas y la premisa, es un juego con un humor muy agradable. Sabe cuando colar algún chascarrillo y tanto la soñadora como el mentor tienen algunas salidas realmente ingeniosas. Algunos de los que vengan a pedirte que hagas realidad su sueño sonarán desesperados, pero otros son genuinamente graciosos, si no por el deseo en si, por la forma de expresarlo.

Quizás está sea un título que no entusiasme a todo el mundo de la manera en que lo ha hecho conmigo, pero es una obra que le recomendaría a prácticamente todo el mundo sin pestañear, es un juego que invita a la reflexión de una manera bastante única y supone una experiencia corta pero intensa.

Por si lo estabais rumiando, existe la posibilidad de llegar al final del juego tanto si os decidís a cumplir todos los deseos como si no cumplís ninguno, pero no os recomiendo hacer esos experimentos en vuestra primera partida. El juego dura entre una hora y una hora y media y no puedo dejar de pediros que no dejéis pasar esta oportunidad de tomároslo en serio y dejaros llevar hacia las reflexiones que plantea.

Por si queréis saberlo, al final del juego fallé el tiro. Me pase un buen rato practicando el tiro final y tenia el ángulo perfectamente estudiado, pero me había colocado demasiado a la izquierda y por ese lateral del cáliz vi mi saeta caer al mar. No desvelaré que ocurre cuando esto sucede, porque quizás tengas que experimentarlo de primera mano, aunque desde aquí te mando mi apoyo más sincero y espero que consigas superar la Ceremonia con éxito.

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