Metroid Zero Mission
"Zero sorpresas, esta bastante guapo"
Pocas presentaciones necesita una saga como Metroid, una de las míticas sagas de Nintendo, icono de los videojuegos y co-fundadora del genero “Metroiodvania” (Ya se que aqui hay matices, pero me gusta el chocolate negro y el lenguaje util). La saga protagonizada por Samus Aran lleva desde el 1986 sorprendiendo a muchos, pero si os soy sincero, a pesar de esta grandilocuencia con la que hablo de la saga… nunca me había pasado uno de sus juegos, la verdad.
Jugar la saga Metroid ha sido una de mis asignaturas pendientes desde hace mucho y ya tuve un intento de pasarme el Metroid original gracias al servicio online de Nintendo, que permite jugar de forma cómoda y sencilla a una selección del catálogo de NES, pero no salió especialmente bien. La retro rotura me golpeó de lleno y ni siquiera con las facilidades que este servicio ofrece o el interés histórico del titulo animándome a seguir, fui capaz de superar la frustración que me generaba.
Años después, he tenido un segundo intento con la saga: Metroid Zero Mission, remake de ese titulo original para la Game Boy Advance, que no solo le da un lavado de cara a Metroid, sino que añade bastantes mejoras de calidad de vida y un nivel extra a modo de postgame. La diferencia ha sido abismal, siendo muchísimo mas manejable, mas claro visualmente, mas bonito estéticamente y mas completo en términos generales.
Metorid Zero Mission nos pone en la piel de Samus Aran, cazarrecompensas enviada al planeta Zeres para destruir tanto a los metroid como a Mother Brain, porque se les ha ido la castaña y van a ser un problema como no les pongamos freno, pero antes de alcanzar las instalaciones donde están encerrados, nos va a tocar recorrer distintas secciones del planeta recolectando mejoras y nuevas habilidades con las que hacer frente a los enemigos y obstáculos que se nos crucen.
La progresión de este titulo me ha resultado un tanto extraña, algo que imagino es debido a ser un remaster de un juego que estaba sentando las bases de un genero. A pesar de que casi siempre sabes donde tienes que ir, encontrar el camino a veces puede ser complicado. El juego te pide que te fijes mucho en el escenario, que busques unas grietas en el suelo o las paredes que pueden pasar fácilmente inadvertidas, que memorices los puntos donde no puedes avanzar y el por que de ese bloqueo, te pide que derrotes a grandes jefes cuyo papel o relevancia no terminé nunca de comprender.
En títulos mas modernos, existen formas de viajar rápidamente por el mapa: hay salas de teletransporte, se van creando atajos o directamente podemos echar mano a un repertorio de movimientos mas amplio con el que reducir el tiempo que nos toman esos trayectos. Aqui no, aqui los caminos son largos y enrevesados, si hay algo que pueda considerarse un atajo, no lo he encontrado o no lo he considerado como tal y las mejoras de movilidad tampoco tienen un impacto tan notorio.
Por eso cuando digo que el juego te pide que memorices donde hay una barrera a
tu avance, es porque si no lo haces, vas a estar dando vueltas y vueltas por los mismos pasillos centrales, tomando una y otra ruta que te lleven o bien a un callejón sin salida literal, o a toparte con que esa habilidad que has conseguido aun no te sirve para avanzar por este lado. Confieso que en alguna ocasión he echado mano de una guía para ahorrarme algún que otro viaje innecesario cuando era incapaz de comprender por donde me pedía que avanzase el juego.
Y con esto no me gustaría que se entendiese que el juego resulta tosco o obtuso a la hora de controlarse, porque nada mas cierto de la verdad. El movimiento de Samus es preciso y fluido, lo cual se aprovecha en determinadas secciones de plataformeo mas exigentes, pero que en la mayoría de secciones queda algo encorsetado por escenarios mas bien pequeños y claustrofóbicos.
Aun si el entramado que dibuja el mapa es un tanto obtuso, los escenarios que recorreremos son realmente interesantes, el juego consigue que se sientan escenarios visualmente reconocibles, pero que a la vez se sientan entornos extraterrestres y que, simultáneamente, cada uno de ellos transmita sensaciones distintas, de las cuevas apretujadas de Brinstar a los ardientes pasillos de Norfair o las extrañas ruinas Chozo. El pixel art del juego es una delicia que mantiene su encanto décadas después, sin sacrificar legibilidad o claridad a la hora de recorrer sus mapas.
Pero si tuviera que ponerle una pega es al pico de dificultad que el juego presenta en sus jefes. Son enemigos con un punto débil especifico al que resulta un tanto complicado apuntar, mas aun teniendo en cuenta que nos hostigaran con un patrón de movimientos bastante inclemente. Y de entre todos ellos, Mother Brain se lleva la palma. El enfrentamiento con ella es, por ponerlo en una sola palabra, Jodido. El juego se convierte en un bullet hell durante ese combate, uno en el que nuestro margen de movimiento es realmente minúsculo, por lo que, al menos en mi experiencia, se resuelve a fuerza bruta, ignorando los ataques enemigos y tratar de derrotar a tu adversario antes de que el lo haga contigo.
Una vez terminado lo que seria el equivalente al Metroid original, tenemos un nivel añadido en el que cambia bastante la dinámica. Nuestra super armadura desaparecerá, dejándonos en mallas (literalmente) y armados con una pistola que como mucho, puede aturdir a un enemigo durante escasos tres segundos. Ahora nos deberemos mover con sigilo, evitando la mirada de los piratas espaciales y los sensores que obstaculicen nuestro avance. Este cambio resulta realmente interesante y refresca bastante la jugabilidad, aunque en algún punto puede depender demasiado del ensayo y error para encontrar el camino correcto mientras nos persiguen los piratas.
El juego es bastante mas cortito de lo que esperaba, siendo perfectamente asumible completarlo en cosa de 5-6 horas, menos incluso si tienes claro por donde ir, pero puede alargarse mas si quieres intentar descubrir todos los coleccionables y secretos, que hasta donde se, son mejoras de vida y munición para Samus.
Un detalle que aprecio enormemente de este titulo es que una vez superas el juego, te premia desbloqueando la versión original de Metroid en el mismo cartucho. Al igual que los remakes y remasters permiten acercarnos de forma mas cómoda a títulos que, sea por las convenciones de su época o los cambios en el medio, resultan algo complicados de jugar desde los estándares actuales, creo que también es importante conservar y dar la oportunidad de jugar a esas versiones originales. Se que no es el único titulo que hace algo así, pero me gustaría que fuese algo mas normalizado.
Ahora solo me queda saber si tras este juego empezaré el Metroid 2 o si saltaré al otro pilar del genero y empezaré Castlevania simphony of the night. Aunque conociéndome acabaré saltando a algo que no tenga nada que ver, como el Bladur's gate 3 o algun need for speed.
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